jueves, 1 de septiembre de 2011

Qui le sait?...


Ya estamos en Septiembre. Cada vez me sorprende más qué rápido pasa el tiempo. No sé si será bueno ó no pero las hojas del calendario no perdonan.

Estas cinco semanas de vacaciones que he disfrutado las he aprovechado al máximo. Cuando pasé por el ecuador pensaba que aún me quedaba mucho tiempo porque los días pasaban, pero creo que más lentamente. En cambio cuando fui consciente de que me quedaba justo la mitad de vacaciones fue como si los días se fuesesen precipitando uno detrás de otro. No sé, me resulta curioso cómo varía la percepción del tiempo y sin embargo, para lo bueno y para lo malo, si hay una cosa segura es que el tiempo pasa y dicho de paso, que todo lo cura.

Durante agosto he estado muy triste, he llorado con ó sin sentido, qui le sait?... pero también me lo he pasado en grande. He disfrutado de la compañía de mucha gente que aprecio un montón, he jugado al fútbol, he leído, disfrutado de la playita y de esos momentos de soledad que a veces tanto se agradecen.

Me he propuesto metas y me he dado cuenta de que no siempre es fácil conseguir todo lo que te propones y que el altruismo y ser generosa no es fácil. Pero al menos, me queda la sensación de haberlo intentado.

Ahora empieza Septiembre y con él nuevos planes. En lo profesional tendré que adaptarme de nuevo al trabajo en Madrid, a los horarios, los compañeros, etcétera... Y en lo personal pienso retomar la carrera de psicología, apuntarme a un equipo de baloncesto y poner de nuevo en marcha mi casa. Y por supuesto, volver a recuperar el contacto con gente de Madrid, que la verdad, ando un poco descolgada.

Respecto al amor???, pues bien, gracias. Me encuentro tranquila, aunque tal vez demasiado. No me gusta ser pasiva y menos aún cuando se trata de sentimientos pero si tenía que llegar el momento de tocar fondo pues ya está aquí. No quiero mendigar ilusión por estar a mi lado pero reconozco que la echo de menos. ¿ Dónde quedó el "si tu me dices ven, lo dejo todo"?. Pues tal vez murió hace casi un año. ¿Se podrá volver a recuperar ese sentimiento, esa sensación de saber que eres lo más importante para otra persona?. Qui le sait?...A veces pienso que sí, aunque si quiero ser sincera, no. Y aquí no me refiero a temas racionales ni a balance de pros y contras, sino a ese sentimiento, a esa sensación de amor incondicional, aunque evidentemente luego haya que poner el punto de cordura. 

Me encuentro sin fuerzas y no es enfado ni tristeza, éso ya lo pasé... ahora, simplemente es desidia. No quiero ser tremendista ni superlativa (que lo soy) pero ya he pagado mi penitencia y mi conciencia está tranquila. No puedo hacer más porque no va a valer de nada y porque tampoco me compensa el resultado que pudiese obtener. Tal vez vaya en contra de mis principios pero ahora mismo lo mejor es esperar a ver qué pasa. En parte tengo hasta curiosidad por ver cómo se desencadenan los hechos sin yo hacer nada y hasta me parece entretenido ser una observadora en la relación más que un actor (o actriz, siendo fiel al genero, aunque la palabra actor me gustaba más). Admito que ésto es lo que me da el punto de tranquilidad porque como no depende de mí, son decisiones que no me competen, pues no tengo que devanarme los sesos. A veces cuesta asumir éso, que sólo tienes control sobre tu vida y sobre tus decisiones. Por eso mi perspectiva personal se centra en cosas que me enriquecen, que me llenan, pero en las que sólo tengo que contar conmigo misma para obtener dichas satisfacciones. Así que estudiar y el deporte son mis metas personales. Y no incluyo ni a familia ni a amigos por lo mismo, porque no depende de mí. Y una cosa está clara, no puedes poner tu felicidad en manos de los demás, sea quien sea. Aunque como el dicho que "el dinero no da la felicidad, pero ayuda". En este caso no quiero depender de mi pareja para ser feliz, aunque en cierto modo, ayudaría... jeje.

Pero de mi retiro espiritual belga he sacado grandes conclusiones fruto de un profundo autoconocimiento. Y prefiero la soledad a la tristeza. Y que aunque estés hundida, hundidita en la miseria emocional, al final ves un poco de luz y acabas saliendo. Aaaaayyyssss, y el tiempo, ese gran aliado tan infravalorado... el tiempo hace maravillas.

Ahora me viene a la cabeza una cosa curiosa. Es una tontería pero cuando lo ví me llamó la atención. Son de esas "casualidades" que te sorprenden. Resulta que mi dirección de correo es la misma que la de una mujer de Perú. Y lo sé porque me llegan mails de familiares suyos y hasta de asuntos de trabajo. La chica se apellida como yo pero el nombre es diferente, aún así, hay veces que me llegan correos que van dirigidos a ella. Bueno, cosas del ciberespacio que no me planteo entender.  El asunto es que el otro día que tenía la cabeza como las maracas de Machín y andaba un tanto intranquila, recibí un correo dirigido a esta chica y el contenido era el siguiente: 

"Dicen que todo lo que nosotros estamos buscando, también nos busca a nosotros y que, si nos quedamos quietos nos encontrará. Es algo que lleva mucho tiempo esperándonos. En cuanto llegue, no te muevas. Descansa. Ya verás lo que ocurre a continuación"

Esta cita aparece en un libro que se llama "Mujeres que bailan con lobos" y es algo que desde que lo leí, se me ha quedado muy grabado y hasta se lo he reenviado a amigos que estaban pasando por momentos malos, por esa ansiedad de que quieres que algo pase en tu vida. Me pareció una "casualidad" bastante curiosa...

Así que con este cambio de chip comienzo el curso. Sin ningún tipo de expectativa sentimental. Que pase lo que tenga que pasar, pero eso sí, viendo los toros desde la barrera. Porque una cosa es que me haya acomodado en la desidia pero otra a la que no renuncio es a que las grandes decisiones y más aún si la palabra "amor" está por medio, es que se deben tomar con ilusión y si no... pues no merece la pena. Me da seguridad el escribir estas palabras, el hecho de saber que ya una vez fuí capaz de ser coherente con esta máxima que es inherente a mi forma de ver la vida y el amor, y que al seguirla hasta las últimas consecuencias y aunque no haya sido fácil, me siento tranquila y orgullosa de haber actuado así, de no haber dado pasos serios sin ilusión.

Porque la ilusión existe y si la intento aplicar a diferentes ámbitos de mi vida tan triviales como jugar un partido de fútbol, cómo la voy a obviar en una relación de pareja. Y eso que soy consciente de que Disney nos hizo mucho daño y nos contó el cuento a medias... Pero las cosas de sentimientos no se pueden forzar y yo no me conformo con una vida perfecta de cara a la galería si no está respaldada por un sentimiento sólido.

¿Cómo acabará el cuento?..... qui le sait?

2 comentarios:

Cheli dijo...

Me parece genial que tengas tus proyectos, que te centres en tus cosas; y es son muy ciertas tus palabras, ya has puesto mucho de tu parte, y la pareja es cosa de dos.

Besos.

M dijo...

La verdad es que en este post hablas de un montón de cosas que yo también he ido escribiendo... me parece muy curioso que coincidas tanto en pensamientos que tengo!! En fin, que respecto a la ilusión en la pareja... yo lo veo algo fundamental. Y no lo digo hipotéticamente, si no que sé de lo que hablo porque dejé a un novio que era una maravilla, un cielo y un amor, pero por el que no había nada de ilusión. Eso sí, primero lo luché porque no soy de abandonar, pero hay un momento en que también tienes que saber si de verdad debes luchar o si debes dejarlo y seguir otro camino. Sea lo que sea, esa es la magia de la vida: está llena de incógnitas y "qui le sait?"

Un beso!