martes, 7 de junio de 2011

On tour


Después de 9 días dando tumbos por media Europa ya vuelvo a recuperar mi rutina, aunque bueno, mejor dicho, ayer fue un día normal porque hoy.... volvemos a empezar!!! en principio venía una persona pero al final son dos, aunque en este caso vienen por trabajo y se van a quedar en un hotel. La cosa es que más que una visita suponen un compromiso y por eso no me apetece lo más mínimo alterar mi vida de martes por quedar con ellas, pero es que tengo un serio problema social y es que me cuesta mucho decir que no.

Una quiere quedar a partir de las 6 y la otra llega en avión a las 8. Esta última me lo dijo ayer a eso de las 10 de la noche por el facebook, no somos amigas, simplemente compañeras, pero no me costó ni un minuto decirle que si quería quedábamos a tomar algo cuando estuviese por aquí. Y nada más escribírselo me empecé a preguntar: "pero qué necesidad tienes de regalar tu tiempo de una forma tan alegre???", porque ahora tengo que hacer malabares para poder hacer mis actividades personales, como es correr, algo que ya se ha convertido en una de mis necesidades básicas.

Creo que después de haber superado marzo y abril sin morir en el intento, dos meses en los que me sentí en la más triste y profunda soledad y en los que aunque decía a gritos que estaba francamente mal y viese que nadie me tomaba en serio, ahora por una parte adoro mis rutinas y mi tiempo, ese que quiero dedicarme a mí misma y no malgastarlo a lo bobo y por otra parte estoy cansada de estar siempre disponible para todo el mundo. Porque no es lo mismo cuando viene un/a amigo/a que de verdad te apetece quedar y hablar con el/ella que cuando son compromisos absurdos y ampliamente prescindibles. Creo que me estoy volviendo bastante selectiva y celosa de mi tiempo. Aunque esto sólo es en intención porque mismamente ayer ya me metí en el lío de quedar cuando no me apetece. Pero bueno, poco a poco iré aprendiendo.

Ayer una amiga me dijo que se sentía mal por no haber estado ahí cuando yo lo había pasado tan mal y eso que fue una de las que llamé cuando estaba en el subsuelo. Yo le contesté que no se preocupase porque en realidad no había estado nadie. No se lo dije para que se sintiese mal ni mucho menos, ni tampoco en plan borde, me salió de una forma natural y la verdad es que no guardo rencor ni cosas de esas porque sé que la gente tiene su vida y también que no sé por qué narices pero a la gente le cuesta entender que no, no soy tan fuerte ni  todo me va tan bien y que sí, sí me puede costar adaptarme a una ciudad y hacer amigos. Pero en parte la culpa es mía por ser esa imagen de seguridad y animal social que transmito.

Con esto no es que quiera ir de diva pero las cosas son así y en el blog no me apetece poner matices a mis opiniones porque si no perdería todo el sentido escribirlo. Si alguien tiene el más mínimo problema y me lo cuenta, no dudo ni un segundo en ponerme manos a la obra para escuchar e intentar animar al que sea. Me sale solo, no me supone ningún esfuerzo y por eso tampoco tiene tanto mérito. Pero me parece surrealista que quien más me haya ayudado en estos meses, sea una amiga bloggera que ni siquiera conozco en persona pero que me ha cuidado como nadie y una chica con la que probablemente habré hablado en persona no más de una hora en los 3 años que nos conocemos. Con ambas se ha creado mucho feeling y es una de las cosas buenas que he sacado en este tiempo.

Pero me he despistado porque lo que quería contar era mi semana non stop, en la que he estado en un país diferente cada día.... España, Portugal, Reino Unido, Bélgica, Luxemburgo, Holanda... Ha sido agotador pero ha merecido la pena!!!. En Londres estuve en el concierto de Richard Marx en el Royal Albert Hall. Fue alucinante y ni yo misma pensaba en febrero cuando compré las entradas que me iba a gustar tanto. Eran un regalo para mi novio y yo ni sabía quién era el tal Richard, pero como a él le encantaba pues me lancé, ya que estas aventuras de ir de groupi me encantan y son recuerdos que te quedan grabados para siempre. Decir (y recordar) yo estuve en 2011 en ese concierto en Londres!!!!.

Fue un auténtico palizón pero eso no importa y aún me emociono recordando Holds on to the night o cuando cantó como broche final Right here waiting for you. Ahí estaba yo con mi niño al lado, admirando el ambiente del concierto, con esa luz azulada que lo envolvía todo, mirándole, agarrándole la mano y pensando "cuánto te quiero, leches!!!!". Por eso, con esa última canción, se me cayó una lagrimilla de pura felicidad y emoción.

Después mi tour europeo continuó porque vino un buen amigo a verme. Él sabe que parte de mi corazón es suyo porque ha sido una de esas personas que me ha sorprendido. Que ha estado ahí cuando nadie confiaba en mí y me ha levantado el ánimo y me ha hecho sentir muy querida cuando más lo he necesitado. Tal vez fue consciente de que era más vulnerable y menos fuerte de lo que aparento y por eso sus palabras hace seis meses me reconfortaron tanto. Estos días he tenido conversaciones interesantes con él. Algunas me han dejado un tanto intranquila, ya que parece ser que la fidelidad ya no está de moda (pero ésto da para otro post). Pero ha sido una visita de un AMIGO, en mayúsculas.

Por eso, aunque ha sido una semana agotadora, me quedo con un buen sabor de boca porque me lo he pasado muy bien y tengo un buen saco de recuerdos de los que tirar para cuando me sienta ploofff!!!.

Y aquí dejo un vídeo del concierto. Sí, sí, sí, yo estuve allí!!!!

2 comentarios:

Cheli dijo...

Que bueno!!!
Eso es lo bueno de la vida, esos momentos que relatas, que te quedan para siempre guardados.
Que linda entrada.
Yo creo que todo lo que te paso, fue un aprendizaje, para fortalecerte y para hoy poder valorar todo eso que estas comentando, asi que si tuviste que pasar esos malos momentos para disfrutar estos de hoy, pues, que te puedo decir? que buenos fueron esos malos momentos!
Besotes.

Wicked Witch of the West dijo...

Lo que pasa es que con la excusa de que lo que no hagas ahora, no lo vas a hacer nunca y que hay que recolectar recuerdos para cuando llegue la vida monótona... pues no paro!!jeje

Y está claro que cada vez estoy más contenta de haber superado el "sarampión" de marzo y abril!! tienes razón, me encanta tu frase:"qué buenos fueron esos malos momentos" (me la apunto) ;-)

un besazo